Por fin me despegué del huevo ayer por la noche.

No veais lo que he tenido que sufrir para desprenderme de él. En esta imagen se puede apreciar el sufrimiento que supone realizar tan gran esfuerzo.

Como podeis observar, el botoncito negro que os comenté en su día, finalmente se desprendió del huevo y nos permitió la salida. Se ve perfectamente que el huevo por dentro tiene una película protectora de color blanco, cosa que no he podido saber hasta ahora.
Por fin veo la luz, despues de aproximadamente 6 semanas dentro del huevo!!!. Otras hermanitas mías trataron de salir anoche, pero murieron. Mi cuidador consiguió salvar a alguna de ellas, pero no estoy segura de que sobrevivan por mucho tiempo, espero que sí, ¡por favor!

Deciros que normalmente eclosionamos por la noche, a eso de las 23.30-01.00 de la madrugada, aunque el horario puede variar ligeramente.
Por la mañana a primera hora las que hemos tenido más fuerzas ya hemos salido del huevo y subimos hasta lo más alto del taper, el resto, alguna tiene el huevo pegado en una pata y otras permanecen en el suelo luchando por salir del huevo y sobrevivir.
Deciros que alguna ninfa que ha tratado de salir del huevo en un sitio que estaba ligeramente húmedo se ha ahogado, con lo que concluyo que no es bueno si quiera mojar ó humedecer el recipiente donde se encuentren los huevos ya que he visto alguna baja por este motivo. También es cierto que en otros sitios donde la humedad era casi nula también ha habido bajas, pero menos.
Cada madrugada nacen aproximadamente 6 ninfas, por lo que la cantidad de Medauroideas Extradentatas aumenta considerablemente. Desde aquí os animo a que si quereis conseguir una parejita de estos insectos tan adorables, entreis en la sección "Envío crías" para ver el detalle de que es lo que mi cuidador os mandaría.
Según nacen mis hermanas del taper donde estan los huevos, mi cuidador las recoge y nos junta en una caja mucho más grande donde nos atiende a la perfección, nos mira todos los días y se preocupa de que no nos falte comida ni agua para beber. El agua no nos la pone directamente, porque sabe que nos podríamos ahogar, él nos pone un trozo grande de algodón y lo mantiene siempre húmedo.